Proyecto presentado en la VII Edición de Mujeres Mirando Mujeres
Archivo por meses: mayo 2021
Presentando a Consuelo Chacón, una artista que mira espacios, en la VII edición de Mujeres Mirando Mujeres.
Enamorada de la naturaleza, a cuya observación dedica muchos momentos que le permiten elaborar un amplio registro de sensaciones, Consuelo Chacón es una artista multidisciplinar cuyo trabajo se desarrolla entre la escultura, la pintura, la instalación, la fotografía y la arquitectura; labor que desenvuelve en su estudio ensayando durante muchas horas y con diferentes materiales y técnicas hasta, finalmente, utilizar la que más se adecúe a la historia que nos quiera contar en cada momento.
Entre sus referentes, algunos tan lejanos como la arquitectura neolítica o la pintura holandesa del siglo XVII, junto con otros más próximos en el tiempo como el conceptualismo de Dan Flavin, el videoarte de Bill Viola o los diferentes modos de intervención arquitectónica de Matta-Clark; de ellos adquiere esa manera particular de dar forma a sus ideas, en las que también se aprecian influencias de la literatura, de la m00úsica y del cine, pues, inquieta y curiosa, cualquier disciplina a su alcance es óptima para centrar su interés.
Sin título
Consuelo parte de pequeñas maquetas que construye y fotografía, y esas imágenes que nacen de la observación objetiva son intervenidas una y otra vez, en continua deriva, hasta que dan lugar a otros escenarios nuevos, reales o irreales, que se encuentran en los lindes de la arquitectura, la fotografía y la escultura.
Conocer la obra de Consuelo Chacón es comprender por qué se ha escrito de ella que es una artista que inventa espacios. Y es que ella crea espacios que son especiales, diferentes; que no son los que conforman nuestras cartografías cotidianas sino esos otros lugares enigmáticos, no recorridos habitualmente, de los que no sabemos si pertenecen al mundo real o al mundo de los sueños.
Camino de las huertas
Ese sentimiento de pérdida que existe en su obra nace al tomar conciencia de la destrucción cotidiana del entorno y la masiva construcción de no-lugares en los que se multiplican referencias; unas imaginadas y otras imaginarias. Como ese mar que, alineado con la sensibilidad romántica y ante el que somos conscientes de nuestra vulnerabilidad, va transformándose hasta convertirse en rotunda escultura; un mar que evoluciona, como la propia artista, como el mundo en el que nos encontramos.
Observadora atenta y cabal del paisaje, el miedo a no reconocer aquel en el que creció y habitó, ese sentimiento profundo de unión con la naturaleza y el miedo a perderla, la lleva a trabajar con esos espacios en los que un día vivió, y que, en definitiva, se han convertido en sus lugares de memoria; lugares de su identidad y de su historia, de la que posee recuerdos fragmentados, oníricos que, mezclados, dan lugar a otros nuevos, cada uno único, aunque contenedor de otros varios, distintos, y enlazados entre sí, donde no están claros sus límites. Si bien, en un principio, fueron lugares austeros y monocromos, los más recientes presentan un amplio colorido.
La noche
Una postura de ser a la vez “parte de” y estar “aparte de” que comporta cuestiones sociológicas, antropológicas, históricas y literarias que, indudablemente, tienen que ver con su formación filosófica y con la relación existente entre ella y el mundo al que pertenece.
La noche oscura
Fray Ambrosio Montesinos o La Fábrica
El paseo
Huete y Londres
Dos maneras de estar
Publicado en la VII Edición de Mujeres Mirando Mujeres (abril 2021)
Sobre ‘Amazonas con pincel’ de Victoria Combalia
Transcurridos quince años desde que se editara por primera vez, ‘Amazonas con pincel’ sale nuevamente de la imprenta ofreciéndonos un atrayente y didáctico recorrido por la vida y la obra de numerosas mujeres artistas que, a lo largo de más de un siglo y en diferentes disciplinas y técnicas, componen una parte importante de la historia del arte.
Marginadas y olvidadas durante mucho tiempo, hoy son objeto de numerosos estudios, proyectos artísticos y retrospectivas en los principales Museos y Centros de Arte, y en su tarea de recuperación ha sido esencial el trabajo de historiadoras del arte como Victoria Combalia.
La autora traza en esta obra un equilibrio entre su historia como creadoras y su historia como mujeres, revelando las dificultades de ser, a la vez, mujer y artista, en los contextos sociales en los que vivieron todas ellas. En ambientes muy apartados de la igualdad de oportunidades, exteriorizaron su particular visión del mundo y perseveraron para renovar el lenguaje artístico. La más o menos “paridad” actual estuvo muy lejana de la vida real de las creadoras. Aunque la mayoría procedían de ambientes burgueses y contaron con padres liberales que les permitieron dedicarse a su carrera artística o se emparejaron con otros artistas, tuvieron que esforzarse renunciando a la maternidad y cobrando precios más bajos por trabajos artísticos que estaban a la misma altura que los de sus colegas masculinos.
Algunas tuvieron cerca mentores que las animaron, pero, otras muchas fueron silenciadas, pues el sistema burgués, convencional y restrictivo, reprimía constantemente toda circunstancia considerada pecaminosa o antisocial. Es el caso de las que fueron tratadas de “locas” sin serlo: la escultora Camille Claudel fue encerrada en un psiquiátrico durante más de treinta años o la pintora española Ángeles Santos Torroella, a quien quisieron enviar a un establecimiento similar. La fotógrafa francesa Dora Maar, camuflada bajo la potente figura de su compañero, terminó refugiándose en la religión, el psicoanálisis y la pintura para olvidar su traumática separación y eclipsada también, esta vez por su hermano, fue la retratista galesa Gwen John. Historias dramáticas sufrieron Frida Kahlo, pintora mexicana que durante su matrimonio tuvo que soportar continuas infidelidades, e igualmente la pintora estadounidense Georgia O’Keefe, quien, a pesar de ello y gracias a su excepcional éxito comercial, ayudó económicamente a su pareja.
Pequeñas biografías de ellas y otras más conforman ‘Amazonas con pincel’. En total, treinta mujeres que se dedicaron a la pintura, como Mary Cassat o Berthe Morisot; a la escultura , como Sophie Tauer-Arp, a la fotografía como Tina Modotti y Dorothea Tanning; al diseño como Sonia Delaunay y Alexandra Exter; y de diversos países, pues la autora no olvida a ninguna de las figuras destacadas desde el impresionismo a las vanguardias, entre las que se encuentran también las francesas Suzanne Valadon y Claude Cahun; las rusas Natalia Goncharova y Liubov Popova; la británica Leonora Carrington; las alemanas Gabriele Münter, Käthe Kollwitz y Hannah Höch; la americana Lee Miller; la sueca Hilma of Klimt; la polaca Katarzyna Kobro y la española María Blanchard.
Victoria Combalia ha dedicado su vida profesional a dar a conocer la obra de mujeres artistas, especializándose en las que constituyeron movimientos como el surrealismo; mujeres artistas polifacéticas que no podían quedar fuera de estas páginas; entre ellas las pintoras y escritoras Leonora Carrington, inglesa; Unica Zürn, alemana y Remedios Varo, española, como la pintora Maruja Mallo. Europeas, las pintora checa Toyen y la fotógrafa suiza Meret Oppenheim.
Desde la publicación original en 2006 hasta ahora, la visibilidad de las artistas es mayor, y especialmente en los últimos años, pero aún queda mucha tarea por hacer y muchas artistas por recuperar, especialmente todas aquellas que no tuvieron reconocimiento y se dedicaron al oficio, como prueban sus nombres en las exposiciones de los años veinte, treinta o cuarenta del siglo pasado. No cabe tachar de moda el reconocimiento de estas mujeres, sino que deberíamos hablar de un proceso de normalización de ellas y de sus personas.
Victoria Combalía es historiadora y crítica de arte. Doctora por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha sido Investigadora invitada en el Institute of Fine Arts de Nueva York (1979-1981) y desde 1974, ha sido Profesora de Historia del Arte en la Universidad de Barcelona. De 1996 a 2002 fue Directora artística del Centro Cultural Tecla Sala (L’Hospitalet de Llobregat, Barcelona). Es autora de numerosos libros y en 2003 fue nombrada Chevalier des Arts et des Lettres por el Estado francés.
Publicado en el nº 10 de Blanco, Negro y Magenta La Revista (abril 2021)